En su octava y última rendición de cuentas el presidente Danilo Medina apeló de principio a fin de su discurso a la emoción y gratitud de haber ocupado el cargo, resaltando que a cualquiera que sea su sucesor le dejará un país muy distinto al que encontró en el 2012.
“Creo que alguien que nos hubiera visitado en 2012 y volviera ahora al país, pensaría que aquí ha habido una revolución”, puntualizó.
En una Asamblea Nacional sin la presencia de legisladores de la oposición, Medina se identificó con el clamor de sectores de la sociedad, especialmente las nuevas generaciones, para que se busque a fondo la verdad, “toda la verdad, sin cortapisas ni restricciones” de lo ocurrido en las suspendidas elecciones municipales del 16 de febrero.