Al menos 20 personas, entre ellas dos empleados de la embajada rusa en Kabul, han muerto en un ataque suicida perpetrado contra la legación diplomática este lunes por la mañana. El atentado tuvo lugar en el distrito de Darul Aman, al suroeste de la capital afgana. Al igual que muchos países, Rusia carece de embajador en Afganistán desde que los Talibán tomaron el poder hace un año, pero a diferencia de ellos sí mantiene cierta representación diplomática allí.
La cadena RT confirma la nacionalidad rusa de los empleados, que eran diplomáticos. De acuerdo con el periodista afgano Bilal Sarwary, uno de los mejor informados, la explosión pudo oírse a seis kilómetros de la embajada rusa. «Vi cadáveres por el suelo», asegura una fuente que cita Sarwary a través de Twitter. Fuentes del Gobierno, que ha desplegado a sus agentes por la zona del ataque, siguen sin ofrecer detalles del incidente, cuya autoría se desconoce.
Por su parte, Mawlawi Sabir, jefe de Policía de distrito, ha asegurado a la agencia Reuters que se trató de un atentado suicida. «El atacante suicida fue reconocido antes de alcanzar el objetivo por los guardas de la Embajada rusa, quienes le dispararon», declaró. Sarwary ha precisado que frente al edificio había una cola de afganos, principalmente estudiantes, que trataban de adquirir un visado para viajar a Rusia. Tras la gran explosión, numerosas ambulancias se desplazaron al sitio del siniestro.
Rusia no mantiene vínculos oficiales con el Emirato Islámico de Afganistán, no reconocido por la mayoría de la comunidad internacional. Sin embargo, Moscú al igual que China, ha reconocido contactos esporádicos con los Talibán desde antes de su regreso al poder. Aislados del mundo y sometidos a una fuerte presión económica que se ha traducido en una pobreza rampante, los fundamentalistas han mirado a Rusia para obtener productos como gasolina.
Hasta el momento, el Estado Islámico en el Jorasán, la rama afgana de la organización yihadista fundada por Abu Bakr Bagdadi, se ha atribuido la autoría de las numerosas grandes matanzas ocurridas en Afganistán en el último año. Se desconoce si está detrás de esta última. Tampoco se sabe cuáles fueron las intenciones de los atacantes al elegir Rusia como su objetivo. El viernes pasado, el IS reconoció estar detrás de un ataque contra una mezquita de Herat que acabó con un destacado clérigo talibán.
