Más de 500 bomberos luchan por sexto día consecutivo contra las llamas en el noreste de Grecia, donde los fuertes vientos y las altas temperaturas dificultan las labores de extinción.
Efectivos de la República Checa, Bulgaria y Rumania colaboran con las autoridades griegas.
Los incendios ya han dejado varias víctimas mortales en la región, entre ellas los 18 migrantes ilegales que viajaban desde turquía.
A pocos kilómetros al norte de Alejandrópolis se puede ver lo devastador que ha sido el incendio.
Aquí, en este pueblo, hay unas diez casas que han quedado reducidas a cenizas. No hay forma de que la gente pueda volver a vivir aquí porque es inhabitable. No quedan ventanas ni tejados.
Y se puede ver que aunque el fuego se ha apagado, todavía tenemos que usar máscaras debido a todos los humos en el aire. Es muy difícil respirar. Y se puede ver este camino sobre las colinas, nada ha quedado a causa del fuego.