Desde agosto del 2021, cuando logró dos medallas de plata en los 400 metros planos de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, Marileidy Paulino camina de gloria en gloria. Y, para consolidar su reinado, el martes le agregó la medalla de oro en el Mundial de Atletismo en Budapest, Hungría.
La tarde del lluvioso día, República Dominicana pausó el seguimiento a la tormenta Franklin y se enfocó en disfrutar la gloriosa carrera. A la criolla solo le bastó 48.76 segundos para derrotar a sus rivales, pero hay una preparación de años para lograr ese cronómetro.
Y es que, además del talento, la disciplina es el factor que su madre Anatalia Paulino le atribuye a su hija. Cuenta que tenía muchos nervios antes de ver la carrera por televisión, pero «después dije no. (estoy) confiada en el Señor, no puedo tener miedo a nada».
«El Señor es que va a correr por ella», expresa en su residencia en la comunidad de Don Gregori, del municipio de Nizao, en la provincia Peravia. Antes de la competencia, la corredora le expresó: «Mamá, yo estoy preparada para eso».
El talento de Marileidy fue descubierto por un profesor de Educación Física en la escuela. Se realizaron las gestiones para enviarla a Santo Domingo para continuar su camino al estrellato.
Talento más disciplina, clave del éxito
La preparación de Marileidy continuó pese a las dificultades que tuvo su madre para criar a seis hijos, tras la separación del padre. Pasó trabajo, pero su actual pareja, la ha ayudado y es visto como un padre para ellos, según narra.
Las victorias de hoy de su hija son el resultado a la obediencia durante su infancia. «Todo el tiempo estuvo tranquila», «no es malcriada», cuenta.